23 de agosto de 2010

Hoy te devuelvo la mitad del recuerdo que se va contigo a otro lugar,

solo me queda comenzar; ya no importa la verdad ni el principio ni el final;

hoy mis lagrimas de sal son lagrimas del mar .

Para limpiar el alma hay que llorar;

en este cielo compartido la lección fue haber vivido.

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