31 de agosto de 2010

Hoy me gustaría hablarte de él. Contarte un poco de eso que nos divide y nos separa. También eso que nos une y nos lleva de la distancia, a la cercanía de nuestra piel. Como es que su aroma se impregna en mi ser y escucho su voz, susurrando las palabras que nunca pensé ni imagine escuchar. No sabes, como disfruto contemplar el brillo de sus ojos, en los cuales me reflejo y en los cuales podría perderme sin intenciones de volver. La ternura que sus ojos me transmiten, me olvidan del tiempo y el miedo de perderlo alguna vez. Me siento una princesa, me siento niña otra vez y viva, como nunca antes lo estuve ni pensé sentirme alguna vez. Empieza y termina un mes; seguirá pasando el tiempo y serán meses, momentos, historias, secretos. De esos que se escriben y se quedan grabados en mi, o nuestra piel. Su presencia va llenando los vacios, de este cajón al que alguna vez llame vida. Se llenan despacio, poco a poco, el llena cada espacio de este cajón y de mi ser. Me encanta cuando habla, y cuando calla. Me encantan sus silencios, en los que me inunda de palabras que adivino en su mirada. Me gusta cuando juega a no extrañarme, cuando me extraña y juega a besarme Cuando se impregna en mis sueños y hace de ellos, miles de escenas que se pierden en el tiempo y cuando despierto, sigue estando ahí; la diferencia es que puedo al despertar, palpar esta hermosa realidad. Hoy aprovecho para contarte lo linda que es su voz. Su voz cuenta las mas lindas historias de aquello que todos llaman "amor". Su voz pronuncia las palabras más lindas, y lo dice con tanta ternura y siento que nacen de aquel lindo corazón, que late y me canta en cada palpitar, una hermosa canción. Me siento con él, compañera y amiga. Amante de los sueños, de los viajes, de los planes, del futuro y del amor. Me siento viva y que hermosa bendición, saber que existo, pienso, siento y me pierdo por el mundo, soñando que el tiempo pasara corriendo y me llevara cerca del cielo, que lo encontré, escuchando su voz. Lo interesante de esta historia que pretende ser mía, es que el tiempo se detiene unos segundos y de repente vuelve a retomar su camino. Sigue el reloj con sus agujas; mientras yo pienso en el sueño que hoy sabe a realidad, mientras entiendo que estoy protagonizando un cuento de hadas, de esos que sientes que nunca acabas, ni quieres terminar. Protagonizamos una historia, de esas que tienen final, y es un final feliz. Cierro los ojos y sueño, escucho la lluvia y contemplo mil "te quiero" en cada gota, escucho el piano y lo recuerdo en cada nota. Cierro y abro mis ojos y me encuentro sonriendo, escribiendo versos que me dicta el corazón y pronuncio con mi boca. No quiero ningún otro destino, ningún otro autor de esta historia, no quiero otra memoria, si no lo incluye a él. No quiero ningún otro espejo aparte de sus ojos, ningún otro sueño que no tenga sabor a miel. No quiero otro reloj, en el que no se detenga el tiempo. Quiero asomarme a la ventana y tirar por ella, todo aquello que alguna vez quise dejar atrás y ahora puedo y quiero olvidar. Quiero tirar por la ventana, los sueños rotos y las historias sin terminar. Quiero abrir la puerta y dejarlo a él pasar, que entre y se adueñe de mi espacio, de toda esta habitación, que impregne su olor, como lo impregna en mi ropa, que escriba por toda esta habitación a la que llamo "corazón", historias contadas por su voz. Quiero susurros, secretos, sueños, besos, recuerdos, una botella de vino y un girasol. Quiero todo y nada. Lo quiero, como nunca podrá imaginar, lo quiero como nunca podrá entender y no pretendo que me quiera igual o más. Lo anhelo, como anhelo que el tiempo decida hoy, correr. Lo espero, sentada en esta habitación que huele a su querer, inundada de recuerdos y en la que me sumerjo para no dejar que la impotencia y la impaciencia me alejen del amor, que encontré, solo junto a él, en su voz y en su piel. Los sueños se hacen realidad, lo sabes y lo se.

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